Todos quieren lograr sus objetivos, pero no todas las personas lo hacen de la manera más eficiente posible. Un término importante para lograr la eficiencia es priorizar, priorizar es definir qué es lo más importante para ti y que te acerque a tú objetivo. Entonces, ya sabes a qué objetivo te debes acercar, cierto, si no es así hazte las siguientes dos preguntas, antes de priorizar tus tareas:
¿Cuál es mi objetivo? Y ¿Me acerca esto a mi objetivo?
Un objetivo puedes ser: generar un producto escalable, mantener la base de clientes, mejorar el estilo de vida a uno más saludable, puedes tener varios objetivos, pero mira que todos sean claros para ti, sean realizables, no seas demasiado ambicioso, conoce tus capacidades e intenta superarte de a poco, y si tu objetivo es muy complejo, desglosarlo en pequeños objetivos es muy útil.
Ahora define que tareas te ayudan a cumplir tu objetivo, mantente enfocado, y a las tareas que no te lleven a ese objetivo dales un rotundo NO, saber decir si y no es una gran cualidad. Una cualidad importante también es saber gestionar el tiempo, que no es cuanto más puedo hacer en el tiempo que tengo, es a qué voy a dedicar mi tiempo; el tiempo no se tiene o se encuentra, se crea en base a nuestras prioridades, tomemos este ejemplo: “Un hombre está trabajando en su empresa de forma muy diligente, y su mujer lo llama desde el hospital a punto de dar a luz. Su prioridad en ese momento se vuelve, estar en el nacimiento de su hijo”. Este hombre dejó lo que estaba haciendo por una nueva prioridad. El tiempo es cuestión de prioridades.
Ayúdate de herramientas como la matriz de Stephen Covey
Si no creas el tiempo para realizar las tareas que consideras prioritarias, estas se van quedando atrás, hasta que sólo queda el recuerdo entre llamadas, e-mails, redes sociales…
Opta una postura de responsabilidad de crear tiempo para lo que consideres prioritario, y no cometas el error, de hacerlo cuando te quede tiempo, o dejarlo para el siguiente día, este espacio libre acaba no llegando.
¿Qué puedes hacer en el día para ser eficiente en la ejecución de tus tareas?
Si quieres ser más eficiente con tus tareas, adopta este pensamiento, “mi día no inicia en el momento que me despierto y levanto en la mañana, mi día empieza en la noche anterior preguntándome ¿Qué tengo que acabar mañana?”, lleva siempre una agenda (física o electrónica en tu teléfono) contigo, y cada noche, escribe que vas a hacer al siguiente día. Separa en la mañana un espacio para empezar con aquellas tareas que son importantes para ti, sin distracciones de llamadas o e-mails, y si es necesario, levántate una hora antes, encontrarás que nadie más está despierto a esa hora y por tanto nadie puede molestarte.
Recuerdas esa agenda que estás llevando siempre, en esta agenda vas a separar uno o dos días cada 3 a 6 meses, para analizar hacia dónde quieres ir, recuerda que los objetivos y las situaciones cambian, y esta actividad te permite mantenerte siempre enfocado en lo que es realmente importante para ti.
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